¿Los buenos jugadores de fútbol crecen, se deforman o se van del país?

Debo confesar que el fútbol no es mi especialidad, más bien lo contrario, y solamente lo miro por televisión cuando juegan cuadros de otros países o selecciones.
He dejado de mirar hasta la selección uruguaya–aunque me gustaría hacerlo- porque honestamente me siento como si estuviera jugando a la ruleta rusa y me he dado cuenta que al terminar los partidos generalmente tengo taquicardia.
Dicho todo esto vuelvo a la pregunta inicial:
¿Los buenos jugadores de fútbol crecen, se deforman o se van del país?
Esta pregunta viene a colación porque los juveniles de la Sub20 acaban de terminar la etapa clasificatoria del campeonato Sudamericano ganando todos los partidos, incluso a Brasil y un razonamiento simplista (casi extraterrestre diría yo) podría hacernos creer que los resultados se deberían repetir luego en la selección y en los equipos locales pero no es así; es más, está muy lejos de ser así!!
Está tan lejos, que en la misma noche, uno de los equipos “grandes” de Uruguay perdió por cuatro goles en la Copa Libertadores (no es cierto que lo esté disfrutando!!!!).
¿No será hora de hacer cambios?
Todo parece indicar que sí y por eso les planteo un enfoque diferente con ideas y propuestas nuevas, que invitan a la reflexión:
- Prohibir el fútbol.
- Suspender los partidos profesionales hasta tanto se expida alguna una comisión parlamentaria creada para entender en el tema. Esto tiene el mismo efecto que la sugerencia anterior, pero es mucho más diplomático.
- Desterrar a todos los jugadores mayores de 20 años.
- Mandar a los jugadores de fútbol mayores de 20 años a la universidad para que vuelvan a jugar luego de que se reciban (je je je).
- Autorizar el doping para ver si por lo menos corren.
- Hacerles terapia a los jugadores de fútbol para que entiendan que no deben hablar en la primera persona del plural cuando erran un gol, se ganan una roja por quebrar a un contrario o se comen un caño, sino que tienen que asumir su responsabilidad individual para empezar a subsanar sus propios errores.
- Cambiar a los cronistas deportivos por los periodistas de política, de forma de pasar de periodistas que opinan y critican todo, a periodistas que no opinan ni critican nada.
- Obligar a que todos los dirigentes de clubes sean mujeres para que los integrantes de los equipos (técnicos, jugadores, etc) sientan realmente el rigor.
Se me ocurren otras, pero temo que me cierren el BLog y por eso les cedo la palabra ;)